Se están realizando un total de 2.250 test de ADN en alimentos procesados para detectar el fraude por carne de caballo vendido como carne de vacuno. La campaña empezó a inicios de marzo y se ha llevado a cabo en varios países de la Unión Europea, entre ellos España, Francia, Reino Unido, Italia.

Además se ha realizado otra prueba para detectar un fármaco modificador (antiinflamatorio llamado fenilbutazona). En España supone un mínimo de 150 pruebas entre todas las Comunidades y otras 115 para rastrear el fuerte antiinflamatorio.

Test de ADN detecta carne de vacuno en los canelones la Cocinera

Los resultados serán notificados a la Comisión Europea antes del 15 de abril. En España ya se han detectado productos donde no venía etiquetado ni especificado carne de caballo, entre ellos los canelones de la casa “La Cocinera” propiedad de la multinacional suiza Nestlé (quien ya ha retirado el producto del mercado). Los test fueron realizados en la comunidad de Madrid. Nestlé ha ordenado retirar toda la producción de su proveedor español de carne Servocar (seis productos), de Casarrubios de Monte (Toledo) al haberse encontrado en los análisis realizados ADN de caballo superior al 1% y ha asegurado que actuará legalmente contra él para exigirle responsabilidades.

Según ha detallado Nestlé España, aunque el resultado de los análisis se referían solo a los canelones para microondas de su marca ‘La Cocinera’, la compañía ha decidido retirar los productores realizados con la materia prima suministrada por este proveedor, que son fusilli boloñesa de su marca ‘Buitoni’ y los canelones microondas, la empanada gallega de carne, el relleno de carne, el de berenjenas y las empanadillas de carne, todos ellos de la marca ‘La Cocinera’.

Pruebas de ADN detectan carne equina en las albóndigas del IKEA

Otros casos de esta crisis de alimentos que contiene carne equina sin etiquetar han sido en un lote de albóndigas vendidas en el IKEA en la Republica Checa, sin embargo IKEA Ibérica ha decido retirar del mercado el producto en España. La multinacional ha señalado que se han realizado test de ADN en otros lotes de albóndigas y no se ha encontrado carne de caballo.

El comisario de Salud y Consumo, Tonio Borg ha informado que se trata de un fraude de ley pero no de un problema de salud publica. La carne de caballo está autorizada por la Unión Europea sin embargo debe cumplir unos estándares, entre ellos que el animal no haya sido sometido a ningún tratamiento veterinario.

En España, tanto los análisis de ADN como los test para detectar el fármaco ha sido repartidos proporcionalmente según el volumen de producción cárnica en las Comunidades. Los test se han realizado tanto en los almacenes donde se realizaba el almacenado como en los puntos de venta. Dichas pruebas de ADN para detectar carne de vacuno han costado unos 400 euros cada test, cuyo 75% del importe lo asumirá las arcas comunitarias.

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